miércoles, 4 de julio de 2012

INQUISICIÓN


Inquisición





El pontífice nombro a ocho inquisidores para Castilla. Entre los cuales esta Thomas de Turrecremata  Baccalareus,  el frailes dominico mejor conocido como Fray Tomas de Torquemada, quien había llegado a ser confesor dela reina Isabel, por su fanatismo y crueldad, en breve tiempo se convertiría en icono de la Inquisición. Todavía no se había consolidado la unión de los reinos de Castilla y Aragón, ni concluido la guerra de sucesión, cuando a petición de los futuros Reyes Católicos cuando el papa Sixto VI  le concedió la bula “Exigit sincerae devotionis” que creaba la inquisición española.
        
         La variante inédita de la inquisición había sido fundada por el papado en el siglo XII con el objeto de localizar, procesar y sentenciar a las personas culpables de herejía, mediante el tribunal de Santo Oficio. España es el primer y único país que manejaría la Institución directamente y no a través del papa. La versión española es creada en el momento en que en otros países la inquisición venia decayendo y en muchas  partes ya estaba en desuso.

         En un principio esta se oriento exclusivamente a reprimir a los judíos. El primer acto de fe tuvo lugar en 1481 en Sevilla. Gracias a Grmberg podemos tener la descripción de uno de esos procesos; “el condenado era revestido con una camisa de los herejes, una tela de saco tenida de amarillo con la cruz roja delante y otra detrás; a todos los herejes s eles obligaba a llevar tal camisa. Fueran o no condenados a la pena capital. Con tal vestimenta debían recorrer  en procesión la calle dela ciudad, empuñando un cirio en señal de penitencia, a cada lado del condenado iba un dominico para exhortarle a abjurar sus errores. Los propios inquisidores participaban del cortejo, precedidos de la bandera con la cruz verde la inquisición, se dirigían a la catedral, ante la que se hallaban erigidos dos tribunas; en una de ellas tomaban asiento los inquisidores y en la otra próxima a ellos los condenados. Asistían a una celebración de culto católico. Luego un escribano  leía en voz alta la manifestación de que la iglesia ya no podía hacer nada por aquellas personas y no tenían mas remedio que entregarlos al brazo secular, acto seguido el cortejo se ponía en marcha al lugar de la ejecución.
Genialmente estas estaban situadas fuera de la ciudad, se preparaban varias hogueras donde la multitud se apiñaba, eran atados a un poste y los frailes les presentaban una cruz exhortándolos por ultima vez a reconocer sus errores, si abjuraban no escapaban de la hoguera, pero ganaban la gracia de ser ahorcados antes de ser quemados. En otros caso eran absuelto y reconciliados entonces se les colocaban un “Sambenito” o especie de escapulario, y en lugar suyo eran quemados unos cirios o libro.

La inquisición española no solo tendría impacto negativo en la península sino en América. La corona al retira de su cargos a empleados valiosos y profesionales que no siempre tendrían sustitutos; esto afectaba la eficiencia burocrática necesaria para el buen manejo de la administración y finanzas sobre todo en la época clave cuando ocurre la llegada de los europeos, la Edad Moderna y los cambios en el sistema de producción. Esto redundaría en un atraso para España y sus posesiones con respecto a otras naciones.

         Faltando una década para la llegada de los españoles a América, España tenía una población de siete millones de habitantes, distribuida en clases sociales con una marcada desigualdad. La aristocracia marcada por 115.000  (1.64%) individuos, la clase media por 255.000 (3.65%) y la clase modesta por 6.630.000 (94.65%). Las fabulosas rentas e esta supe aristocracia, le permitían sostener un tren de vida soberbio. Y el clero  mas que una clase social representaba una  verdadera sociedad con su aristocracia.

España queda atrasada y marginada en los proceso de individualización y evaluación capitalista. La situación financiera de la corona española tampoco era envidiable en esta época, las guerras civiles que precedieron el reinado de los Reyes Católicos habían vaciado el oro y la plata de las arcas reales y el oro judío. O recurrir a los préstamos externos. “El desnivel existente entre los recursos metálicos entre Fernando e Isabel” y de los otros soberanos, sobre todo de Portugal y Francia. Estimados como superiores.  A pesar de  que la conquista de Granada alivio la escases de oro y plata, los gastos de la misma campaña granadina, el establecimiento de la inquisición, el éxodo de  capital de los conversos y la expulsión de los judíos y moros , fueron otras tantas sangrías de la riqueza del país. 





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