Inquisición
El pontífice nombro a ocho inquisidores
para Castilla. Entre los cuales esta Thomas de Turrecremata Baccalareus,
el frailes dominico mejor conocido como Fray Tomas de Torquemada, quien
había llegado a ser confesor dela reina Isabel, por su fanatismo y crueldad, en
breve tiempo se convertiría en icono de la Inquisición. Todavía no se había
consolidado la unión de los reinos de Castilla y Aragón, ni concluido la guerra
de sucesión, cuando a petición de los futuros Reyes Católicos cuando el papa
Sixto VI le concedió la bula “Exigit
sincerae devotionis” que creaba la inquisición española.
La
variante inédita de la inquisición había sido fundada por el papado en el siglo
XII con el objeto de localizar, procesar y sentenciar a las personas culpables
de herejía, mediante el tribunal de Santo Oficio. España es el primer y único
país que manejaría la Institución directamente y no a través del papa. La
versión española es creada en el momento en que en otros países la inquisición
venia decayendo y en muchas partes ya
estaba en desuso.
En
un principio esta se oriento exclusivamente a reprimir a los judíos. El primer
acto de fe tuvo lugar en 1481 en Sevilla. Gracias a Grmberg podemos tener la
descripción de uno de esos procesos; “el condenado era revestido con una camisa
de los herejes, una tela de saco tenida de amarillo con la cruz roja delante y
otra detrás; a todos los herejes s eles obligaba a llevar tal camisa. Fueran o
no condenados a la pena capital. Con tal vestimenta debían recorrer en procesión la calle dela ciudad, empuñando
un cirio en señal de penitencia, a cada lado del condenado iba un dominico para
exhortarle a abjurar sus errores. Los propios inquisidores participaban del
cortejo, precedidos de la bandera con la cruz verde la inquisición, se dirigían
a la catedral, ante la que se hallaban erigidos dos tribunas; en una de ellas
tomaban asiento los inquisidores y en la otra próxima a ellos los condenados.
Asistían a una celebración de culto católico. Luego un escribano leía en voz alta la manifestación de que la
iglesia ya no podía hacer nada por aquellas personas y no tenían mas remedio
que entregarlos al brazo secular, acto seguido el cortejo se ponía en marcha al
lugar de la ejecución.
Genialmente estas estaban situadas
fuera de la ciudad, se preparaban varias hogueras donde la multitud se apiñaba,
eran atados a un poste y los frailes les presentaban una cruz exhortándolos por
ultima vez a reconocer sus errores, si abjuraban no escapaban de la hoguera,
pero ganaban la gracia de ser ahorcados antes de ser quemados. En otros caso
eran absuelto y reconciliados entonces se les colocaban un “Sambenito” o
especie de escapulario, y en lugar suyo eran quemados unos cirios o libro.
La inquisición española no solo tendría
impacto negativo en la península sino en América. La corona al retira de su
cargos a empleados valiosos y profesionales que no siempre tendrían sustitutos;
esto afectaba la eficiencia burocrática necesaria para el buen manejo de la
administración y finanzas sobre todo en la época clave cuando ocurre la llegada
de los europeos, la Edad Moderna y los cambios en el sistema de producción.
Esto redundaría en un atraso para España y sus posesiones con respecto a otras
naciones.
Faltando
una década para la llegada de los españoles a América, España tenía una
población de siete millones de habitantes, distribuida en clases sociales con
una marcada desigualdad. La aristocracia marcada por 115.000 (1.64%) individuos, la clase media por
255.000 (3.65%) y la clase modesta por 6.630.000 (94.65%). Las fabulosas rentas
e esta supe aristocracia, le permitían sostener un tren de vida soberbio. Y el
clero mas que una clase social representaba
una verdadera sociedad con su
aristocracia.
España queda atrasada y marginada en los
proceso de individualización y evaluación capitalista. La situación financiera
de la corona española tampoco era envidiable en esta época, las guerras civiles
que precedieron el reinado de los Reyes Católicos habían vaciado el oro y la
plata de las arcas reales y el oro judío. O recurrir a los préstamos externos.
“El desnivel existente entre los recursos metálicos entre Fernando e Isabel” y
de los otros soberanos, sobre todo de Portugal y Francia. Estimados como
superiores. A pesar de que la conquista de Granada alivio la escases
de oro y plata, los gastos de la misma campaña granadina, el establecimiento de
la inquisición, el éxodo de capital de
los conversos y la expulsión de los judíos y moros , fueron otras tantas
sangrías de la riqueza del país.
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